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Este Jueves 24, en la 26ava versión de la Feria del Libro de Viña del Mar, fue lanzada la novela fantástica "En todos los Burdeles del Mundo", del escritor Miguel Vargas.
Con gran humor y erudición, el autor nos invita a descender nuevamente al más clásico Infierno del Dante, pero con la irónica perspectiva de la postmodernidad. Plagado de citas magníficamente hiladas, Vargas nos sumerge junto a deliciosos personajes de la literatura, la mitología y la historia, en un viaje lleno de aventuras increíbles más allá de la muerte.
La Biblioteca de Babel se cierne ominosa, inexorable a través de los recuerdos de su protagonista, Malpertius Navarro. Recuerdos que abarcan toda su vida y las relaciones con sus padres, amantes, amigos, y sobre todo los libros. Libros que parecen construir una cárcel mental y espiritual que, en su soberbia e impotencia, proyectará sucesivamente en el Infierno transmaterial y hasta en la Tierra, obligado a cumplir una misión de la que depende su alma inmortal: la composición de su tan anunciada y querida novela, nunca antes escrita en vida.
Como Golding, Miguel Vargas se vale de lo extraordinario para hacer una fina disección del espíritu humano. En su delirante viaje para concretar la meta, tanto en el Otro Mundo como en éste, a partir de la tortuosa posesión de un cuerpo, desembocará en el encuentro con curiosos personajes históricos y de fábula, entre los que destacan, junto a Virgilio, el juez infernal Minos, el bebé chino Psi Fang-Ping, el Tío Toby y Uriel da Costa.
Son sus ricos diálogos y los escenarios fantásticos y vulgares a la vez, los que, a medida que avanzamos en la novela, nos van confirmando nuestras dudas sobre si la principal influencia es Dante, pues sentimos haber ingresado en los dominios de un adelantado discípulo de Rabelais.
En resumen, "En todos los burdeles del mundo" es un audaz divertimiento intelectual, donde, con un humor descarnado, cínico pero elegante a la vez, Miguel Vargas ha descrito el alucinante y peligroso viaje que todo verdadero escritor debe enfrentar, para conjurar sus más intimos y sobrecogedores demonios.